MORENA, UN MANICOMIO DE PRONÓSTICOS IMPREDECIBLES

Con el destape anticipado de AMLO lo que pudo ser una tarea de trámite en MORENA se convirtió en un manicomio de pronósticos impredecibles
Por: Francisco Licona

Quizá la democracia sea un concepto deseable e ideal para el gobierno de los pueblos de acuerdo con históricos filósofos y politólogos, pero llevarla a la práctica cuesta más de lo que cualquiera se pueda imaginar. 

Si no lo creen pregúntele al presidente Andrés Manuel López Obrador qué ha pasado al interior de su partido (MORENA) desde que soltó media docena de nombres que podrían sucederlo en la Presidencia, para demostrar que en su gobierno todo se decide democráticamente y que por ello se retirará de la vida política en el 2024.

En aquella mañana en que presumió que del flanco progresista liberal hay muchos perfiles, mencionó a la Jefa de Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum Pardo; al canciller, Marcelo Ebrard Casaubón; al embajador mexicano ante la ONU, Juan Ramón de la Fuente; al embajador mexicano en Estados Unidos, Esteban Moctezuma Barragán; a la Secretaria de Economía, Tatiana Clouthier; y a la Secretaria de Energía, Rocío Nahle García.

Sobra recordar que sus palabras fueron como darle un palazo al panal de avispas, sin embargo, tal apertura democrática -que quizá le correspondía entera y autónomamente a la dirigencia de MORENA- esa mañana fue usurpada por la Presidencia. 

Fue un ejercicio democrático apresurado, tanto, que provocó serias reacciones e incomodidades al interior de MORENA pues si bien para AMLO, el senador Ricardo Monreal Ávila y Zoé Robledo, por ejemplo, no sean de su muy personal preferencia, como militantes de MORENA tienen todo el legítimo derecho de aspirar a ser candidatos a la Presidencia en el 2024. 

AMLO realizó así un ejercicio democrático, sí, pero fuera de lugar y fuera de tiempo. 

Desde ahí, lo que pudo ser una tarea de trámite en MORENA se convirtió en un auténtico manicomio de pronósticos impredecibles. 

Tan es así que, por ejemplo, los mencionados por AMLO (principalmente Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard) corren el riesgo de que actividades propias de sus encargos sean en algún momento consideradas como actos o acciones proselitistas que pudieran acabar en faltas al Código Federal Electoral y llegar incluso a tribunales, alentados por una oposición con hambre de volver al poder. 

Otro ejemplo es la actitud rebelde con la que el senador Ricardo Monreal ha marcado su territorio independentista de la Presidencia y de AMLO, al definir en una entrevista con el diario El País, publicada el 1 de octubre pasado, que su relación con él (AMLO) es de ser socios en el gobierno, “Soy un socio y no un subordinado”, declaró al tiempo que ha dejado ver que su condición de coordinador de la bancada de MORENA en el Senado lo ubica a la par que el Presidente. 

Todo eso y más ha salido a la luz pública a raíz del precipitado y fuera de lugar destape ‘democrático’ de AMLO. 

Aparte, hay un centenar de fuertes impactos al corazón de MORENA que quizá no se hubieran conocido de no haber alentado AMLO un ejercicio tan democrático que los está quemando. 

Por ejemplo, la chamba extra que ha debido realizar el tabasqueño Adán López Hernández, Secretario de Gobernación, para apaciguar los infiernos que hay entre Sheinbaum, Ebrard y Monreal. 

Lo cierto es que Monreal, sobre todo, aceleró el paso de su proselitismo personal, disparando venenosas flechas incluso a los corazones de sus correligionarios Morenos, como lo ha hecho contra el gobernador de Veracruz, quién ha mostrado públicamente sus simpatías hacia Rocío Nahle, mencionada por AMLO en su media docena antes enlistada. Pero además, Monreal busca afanosamente los reflectores mediáticos que lo ubiquen en la mente de los mexicanos, como por ejemplo el llevar y pasear al campeón mundial de box, Canelo Álvarez, en el Pleno del Senado, lo que le redituó no solo 5 minutos de fama sino de cuando menos 24 horas. 

Inteligentemente Juan Ramón de la Fuente, Esteban Moctezuma, Tatiana Clouthier y Rocío Nahle, decidieron -como el avestruz- meter sus cabezas en un hoyo y caminar como si AMLO no los hubiera mencionado. 

Fue así que ante el tsunami que se le venía encima a AMLO y a MORENA, se ha recurrido al salvavidas tradicional de las encuestas que se aplicarán para seleccionar a los candidatos y candidatas en las seis entidades que tendrán elecciones a gobernador en el 2022. 

Pero dichas encuestas deberán resultar creíbles, derechas, diáfanas, sin ‘cuchareos’, para que cada uno de los precandidatos perdedores queden convencidos de que perdieron en buena lid y que de nuevo en el 2024 sean el medio que aplique MORENA para elegir a su candidato a la Presidencia. 

Si el método de las encuestas no logra apaciguar los acelerados ánimos entre los aspirantes a precandidatos de MORENA para las seis entidades que estarán en juego en el 2022, ¿Qué pasará con los aceleradas corcholatas que destapó AMLO en el 2024? ¿Qué pasará en Estados como Veracruz con los querendones que ya iniciaron la promoción de sus figuras para estar a tono para cuando se apliquen las encuestas? 

De verdad que la democracia es algo deseable e ideal, pero qué difícil es aplicarla en lugares como en México, donde cada cabeza es un mundo. 

Sígame en @frlicona

Deja un comentario